"DESDE PEQUEÑO" -
Recuerdo el verano en el que cumplí los 12 años, a mis oídos llego un sonido de una música creada por DJ, con instrumentos que consumían electricidad. Venía de los Estados Unidos bajo el nombre de «Electro». Aquel ruido hacía que te retorcieras en el suelo como si se te rompieran todos los huesos, lo llamaban «Break Dance». -
Desde ese momento ya no pude escuchar música que no estuviera hecha con sintetizadores y samplers, eso me llevo a adentrarme en el increíble mundo de las mezclas. Con 14 años era el Disc Jockey de mi barrio y fue cuando encontré una herramienta para expresarme artísticamente. -
Aprendí a entender lo que la música de otros artista me hacían sentir a mí, utilizaba esas canciones con sus emociones para contar historias sonoras a mi público, lo utilizaba para subir la intensidad de la pista de baile o bajarla a mi antojo. Ese control es muy adictivo, me enganché, quería estar borracho de esa sensación todos los segundos de mi vida. El hecho de ver que todos se iban a sus casas más felices que como habían llegado no ayudaba mucho a ver aquella situación como mala. -
"EL VILLANO" -
Pero toda historia tiene un malo, un malvado, un villano. Este era la sociedad, que está diseñada para crear obreros, piezas sin criterio crítico que enganchen en el complejo engranaje de la maquinaria capitalista. Me repetían una y otra vez «con la música vas a pasar hambre», «sácate un título, busca un trabajo y crea una familia para ser feliz», «la música es un hobbie». -
Fue mi inconsciente quien se dedicó a hacer todo el trabajo detrás del telón, con la música como hobbie siempre, terminé mis estudios, busqué un trabajo, creé una familia… Todo lo que estudié tenia relación de alguna manera con el espectáculo, mis trabajos terminaron llevándome al escenario y mientras escribo estas palabras desde mi estudio, construido en mi propio hogar, oigo a mi hija diciendo a sus amigas y amigos: «mi papá sale en la radio». -
"A PARTIR DE AQUÍ…"
Llegado a este punto de la historia en el que nos encontramos tu y yo. Te miro a los ojos y te pregunto ¿quieres venir conmigo a seguir viviendo aventuras juntos? Dame una sola oportunidad, sólo 3 minutos de tu vida. ¡No es mucho! Búscame en tu plataforma de música digital preferida, escucha una canción mía y si te gusta sígueme. Si no te transmite nada no me sigas, eso significa que no estamos vibrando en la misma onda. A lo mejor en el futuro el universo nos vuelve a cruzar y puede que entonces sí estemos en frecuencias iguales y nos alegraremos mucho de volver a vernos, como si fuera un reencuentro de viejos amigos. -
Sea cual sea tu decisión te agradezco en el alma el tiempo que haz empleado hasta ahora en mí y mi historia.
PLUR
