Hace apenas unos años nunca me hubiera imaginado que iba a estar haciendo esto. Todo empezó en el verano de 2019, cuando quiso la Divina Providencia que asistiera al cuadragésimo curso de canto gregoriano que todos los veranos venía organizando la AHisECGre (Asociación Hispana para el Estudio del Canto Gregoriano) en la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos.
Mi experiencia allí fue de esas que cambian tu vida, hasta el punto de no haber dejado de cantar gregoriano desde entonces, ya que cuanto más cantaba, más aprendía y más profundizaba en él, más me cautivaba. Porque el canto gregoriano es la forma de alabanza más sublime que existe, la mismísima liturgia cantada. Y cuando uno toma conciencia de eso, no quiere nada menos que lo mejor de lo mejor para honrar, alabar y glorificar a Dios nuestro Señor.
Entonces, viendo la situación casi extinta del canto gregoriano en nuestra Santa Madre Iglesia y sabiendo el bien que este hace a las almas y a la gloria de Dios, tomé la determinación de hacer todo lo posible por divulgar y compartir con todo el mundo este tesoro de la Iglesia que es el canto gregoriano, verdadero regalo del cielo. Y así nació Verbum Gloriae (El Verbo de la Gloria), nuestro humilde espacio de apostolado del canto gregoriano a través del cual pretendemos dar a conocer, acercar y facilitar el aprendizaje de este, el canto por excelencia de la Iglesia romana. Todo para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
