Gilberto Gil

Pocos músicos sudamericanos han alcanzado el nivel de Gilberto Gil, un innovador musical muy querido que llegó a ser Ministro de Cultura de Brasil. Hijo de un médico, Gil nació en la ciudad industrial de Salvador, pero se crió principalmente en la ciudad rural de Itaçua, donde demostró su talento musical natural a una edad temprana, tocando inicialmente la batería, la trompeta y el acordeón. Tras estudiar música clásica en Salvador, se inclinó por la canción folclórica brasileña, especialmente influenciado por el cantante y acordeonista Luiz Gonzaga. Después pasó a tocar samba, tango y jazz, y tocó el acordeón y el vibráfono en su primer grupo, Os Desafinados. Pero, inspirado por Joäo Gilberto, decidió concentrarse en la guitarra. En 1963 empezó a colaborar con Caetano Veloso, tocando bossa nova y material tradicional brasileño, escribió jingles para televisión y su canción Louvaçäo se convirtió en un éxito para Elis Regina. En 1968, influido por el Sgt Pepper de los Beatles, grabó el álbum Tropicália: Ou Panis Et Cirenses, que desencadenó el movimiento tropicália, y obtuvo su primer éxito en solitario con Aquele Abraço. Sin embargo, una versión satírica del himno nacional causó indignación, y en 1969 tanto él como Caetano Veloso fueron detenidos por los militares, puestos bajo arresto domiciliario y obligados a abandonar el país. Exiliado en Londres, Gil recibió una fuerte influencia del reggae y también actuó con muchos de los principales grupos de rock y jazz de la época. De vuelta a Brasil en la década de 1970, fue pionero de un estilo afrobrasileño, estudió música africana y, trabajando con Jimmy Cliff, introdujo el reggae en Brasil. Posteriormente se dedicó a la política, pero en 2008 retomó su carrera musical y apareció en el documental de 2013 Tropicália.