Aurelio Martínez, cantautor, guitarrista y percusionista es uno de los artistas más talentosos de Centroamérica. Nacido en Honduras en 1969, el músico se destaca por su inigualable voz poderosa y melodiosa. Se trata también del principal portavoz de la cultura y de la música Garífuna tanto a nivel nacional como a nivel internacional.
Los Garinagu o mejor conocidos como los Garífunas, son el fruto de un mestizaje entre pueblos amerindios y africanos, cuyo origen proviene de una pequeña isla de las Antillas Menores conocida con el nombre de San Vicente. Según los relatos históricos, tras numerosos conflictos con los colonos europeos por la hegemonía del territorio insular, en 1797, el Gobierno Británico optó por deportarlos hacia una de sus ex-colonias: la isla de Roatán, ubicada en las Islas de la Bahía de Honduras. Es así como desde entonces, el pueblo Garífuna se extiende a lo largo de las costas de Belice, Guatemala, Honduras y Nicaragua, convirtiéndose de este modo en una comunidad transnacional en el istmo centroamericano.
Como Garífuna, Aurelio proviene de Plaplaya, un pequeño pueblo caribeño situado en el noreste de Honduras, en donde creció rodeado por una familia de músicos. Su padre, un trovador local, tocaba la guitarra e improvisaba canciones de un género musical llamado Paranda, cuya originalidad radica en la mezcla de ritmos tradicionales garífunas y sonidos latinos. Desde temprana edad y gracias a la influencia de su abuelo y de sus tíos, el artista se convirtió en un talentoso y brillante percusionista. De su madre, una cantautora tradicional, heredó el don del canto, permitiéndole a su vez, grabar muchas de las canciones que ella misma compuso. Sin embargo, Además de la influencia musical de su familia, merece la pena mencionar que aun siendo solo un niño, Aurelio comenzó a realizarse como músico asistiendo a las ceremonias rituales celebradas en honor a los ancestros Garífunas. Asistía inclusive a los eventos más sagrados del culto en donde normalmente no se admitía la presencia de menores de edad.
Gracias a todo ello, con apenas 14 años, el joven músico ya era reconocido y respetado por el anclaje de sus solidas bases rítmicas, tanto en la música ritual como en la música profana. Este mismo año, decidió viajar hacia la ciudad de la Ceiba en busca de sus sueños y en busca de una mejor educación. Aquí se estableció durante un tiempo en el cual tuvo la oportunidad de trabajar y estudiar a la vez. Sin embargo, poco después, el futuro artista decidió trasladarse a Danlí, una pequeña ciudad del sur del país en donde haría parte de su primera banda Shahilas de Vicente Blandón como percusionista. Es sin lugar a dudas a partir de este momento que se descubrió que el talento de Aurelio Martínez iba más allá de la percusión, induciéndolo así a convertirse en un intérprete profesional de canciones populares.
En 1989, de regreso a la Ceiba, el joven cantante fundó junto con Guillermo Anderson y Lucas Calderón, el grupo Colectivarte. También, en el mismo periodo nació el grupo de música y danza tradicional Garífuna llamado Lita Ariran. De esta manera, después de este debut en el ámbito de la carrera musical (1993), Aurelio pasó a formar parte de la banda Los Gatos Bravos de Don Alfonso Flores “Fonchin”, con el cual inauguró una época en la que se dio a conocer en todo el país y durante la cual comenzaron también sus giras en el extranjero, especialmente en los Estados Unidos. Fue ahí en donde tuvo la oportunidad de compartir por primera vez el escenario con grandes artistas como Oscar de León, Celia Cruz (DDG), el Grupo Niche, Orquesta La Luz entre otros, y de participar en festivales tales como el gran Festival Calle Ocho de Miami (USA).
Cuatro años después de estos primeros éxitos, el artista optó por retirase de Los Gatos Bravos y formar por fin su propia banda. Se reunieron así varios músicos que crearon el grupo Aurelio y su banda, cuyo nombre se convertiría poco después en Los Bravos Del Caribe. La banda dio su primer concierto en honor a la celebración de los 200 años de la llegada de los primeros Garífunas al suelo hondureño. En esta ocasión, Aurelio tuvo su primer encuentro con el que se convertiría poco después en su primer colega y amigo beliceño: Andy Palacio (DDG). A raíz de este encuentro los dos artistas se unieron para participar en el proyecto de internacionalización de la música Garífuna a través del género musical llamado Paranda. Para este entonces, Aurelio compuso las canciones 200 años, Fedu y Ragubon bawuri (Agarra tu machete, en español), las cuales formaron parte de su primer disco en el género de Punta Rock titulado Inocencia (1998). Gracias a este álbum, el cantante hondureño se transformó en uno de los referentes más importantes de la música garífuna no solamente a nivel nacional sino también a nivel internacional.
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La banda Los Bravos Del Caribe fue fundada por Aurelio Martínez en 1998. Se trata de una banda cuyo surgimiento se dio en base a un proyecto cultural llamado Lita Ariran y con la que Aurelio grabó un disco con la compañía JVC de Japón, producido por su amigo Akira Tomita (Grupo Garífuna de Honduras, Lita Ariran, JVC Records, 1995). Con mucha certeza, este proyecto marcó un hito ya que estuvo en el origen de la internacionalización de la música Garífuna, siendo así la primera agrupación que hizo una gira por el Lejano Oriente (Japón).
Para el año 1998, Aurelio Martínez fue reconocido con el premio del mejor intérprete de música Garífuna y Lita Ariran con el premio de mejor grupo cultural del año en el cuadro de los Garífuna World music Award de Nueva York.
En el transcurrir de su trayectoria en el ámbito de la música, el artista fue haciendo de esta experiencia musical algo menos tradicional para ir transformándola en algo más bien popular. Sin embargo cabe señalar que a pesar de la popularización de su música, Aurelio nunca pretendió abandonar la idea central de su proyecto cuyo enfoque principal siempre consistió en la transmisión de mensajes de reivindicación social a su pueblo. A partir de este nuevo revuelo, el ex integrante de la banda musical hondureña, Los Gatos Bravos de San Pedro Sula, comenzó a dedicarse de lleno a su propio grupo Aurelio y su banda, el cual se llamaría más tarde Los Bravos Del Caribe en honor a Los Gatos Bravos.
Indudablemente, con mucho ahínco y perseverancia Aurelio Martínez convirtió su banda en la primera empresa musical formalmente establecida en el país cuyo propietario resultaba ser precisamente un miembro de la comunidad Garífuna. Asimismo, fue la primera banda que se presentó bajo esta estructura inédita ante los ojos de las propias comunidades Garífunas.
En fin, gracias a su notable desempeño, Aurelio terminó destacándose en la ciudad de la Ceiba a través del reconocimiento de la Municipalidad la cual lo declaró como ciudadano distinguido. Posteriormente, el Ministerio de Cultura, Artes y Deportes del gobierno hondureño le otorgaron la Hoja de laurel de oro por su trayectoria y por su aporte a la cultura nacional.
Los Bravos Del Caribe es una banda versátil, especialmente en el marco de la música caribeña que incluye géneros como el Merengue, la Bachata, el Bolero, la Punta rock y la Paranda, entre otros