Desde los cinco años de edad, Samo formó parte del coro de la Iglesia Cristiana que dirigía su padre en Boca del Río, Veracruz. Samo vio como cada domingo aquel espacio se transformaba en su propio Auditorio Nacional. Impulsado por el deseo que le movía, quiso ser cantante de ópera y finalmente, fue reconocido como una de las 100 mejores voces de México en un concurso de talentos. Así llegó al Distrito Federal, a los 19 años de edad, para iniciar su aventura como corista de artistas como Cristian Castro, Alejandra Guzmán y Reyli.
Más tarde formaría parte fundamental del exitoso grupo Camila a partir de su creación en el 2006. Los más altos reconocimientos en la industria musical de México y el continente les fueron entregados, además de llenar con sus conciertos escenarios tan importantes como el Foro Sol, Palacio de los Deportes, Auditorio Nacional, Arena Monterrey, Auditorio Telmex de Guadalajara, Grand Rex de Argentina, Coliseum de Puerto Rico y diversos estadios y arenas de Sudamérica y Estados Unidos.
Hoy su trayectoria es de las más sólidas, pues ha recorrido los diversos niveles del espectáculo y ha demostrado que tiene la calidad para conquistar cada nuevo peldaño.
Inevitable, su primer álbum como solista, permitió a Samo dar claras muestras de su capacidad y talento como compositor. Los temas escritos por él en este disco son de evidente calidad, con letras que nos dejan con la sensibilidad a flor de piel y con una voz e interpretación por demás impresionantes.
Como cantante, también ha tenido colaboraciones importantes con grandes figuras como Thalía, Pandora, Yuri, Reik y La Oreja de Van Gogh.
Samo lanza su segunda producción discográfica en solitario Me quito el sombrero en el 2015, es un concierto en vivo en CD+DVD; es un tributo a muchos de los cantautores o intérpretes que con su música guiaron su camino a través de virtudes que vio en ellos y que hoy con su ascendente trayectoria se quita el sombrero para agradecerles y rendirles homenaje.