Portar un traje de charro no es para cualquiera. Símbolo del criollismo mexicano el atuendo requiere aplomo, galanura y actitud. Alejandro Fernández, depositario de una rica herencia artística a la que ha honrado con su personal aporte, dándole a la canción romántica mexicana un desarrollo fincado en la tradición, pero conciliado con la modernidad. Veinte millones de copias vendidas internacionalmente, una carrera discográfica consistente por la que ha recibido múltiples premios en más de 20 países. Su privilegiada voz le ha permitido hacer grandes duetos con Placido Domingo, Gloria Estefan, Julio Iglesias, su padre Vicente Fernández, entre otros.
Alejandro es un auténtico embajador de su patria. No podría ser de otra manera, el hombre lleva a México en la sangre.