Mara es el tipo de artista que no puedes escuchar sin sentir. Es frágil como un susurro, fuerte como una tormenta.
En sus canciones hay amor, rabia, dolor y baile. Le canta a la tusa, al amor, a la ansiedad y a las noches que arden con reggaeton y recuerdos.
Su historia no es la típica: su comienzo en la música fue “tarde” (23 años), no tenía experiencia pero sí una necesidad urgente de transformar su dolor en arte.
Cambio la bata de veterinaria por el micrófono, y desde entonces no ha parado de escribirle a sus heridas.
Hoy escribe para sanar y canta para empoderar.