Charlie Parker

Una de las figuras más legendarias del jazz, el saxofonista Charlie Parker -o Bird, como se le conocía cariñosamente- fue una figura emblemática de la Generación Beat que contribuyó a cambiar el curso del jazz con la creación de un nuevo estilo "bebop". Hijo de un pianista y cantante alcohólico, Parker empezó a tocar el saxo a los 11 años y a los 14 ya tocaba en una banda escolar. Inspirado por los grupos de Kansas liderados por Count Basie y Bennie Moten, Parker practicaba constantemente, llegando a formar parte de la banda de Jay McShann que tocaba en clubes nocturnos, donde se observó por primera vez su excepcional talento. A principios de la década de 1940 se trasladó a Nueva York, donde tocó con Earl Hines y, en clubes nocturnos de Harlem, trabajó con otros jóvenes músicos brillantes como Dizzy Gillespie, Thelonious Monk y Kenny Clarke. En este ambiente evolucionó el movimiento bebop con un estilo libre que rompía los conceptos hasta entonces rígidos del jazz. Pasaron varios años antes de que este nuevo estilo fuera adoptado por el mundo del jazz en general, pero captó la imaginación de la gente en 1945, cuando Parker dirigió lo que se conoció como "la mejor sesión de jazz de la historia", grabando temas clásicos como Ko-Ko, Now's The Time, Blues For Alice y Billie's Bounce. La pareja Parker-Gillespie alcanzó una inmensa popularidad pero, adicto a la heroína desde su adolescencia, la salud de Parker se deterioró y su comportamiento se volvió cada vez más errático. Sin embargo, seguía tocando con brillantez, creando temas clásicos como Lover Man y Bebop, y los álbumes Ornithology, Charlie Parker On Dial Volume One y Charlie Parker With Strings fueron muy aclamados. Finalmente, su adicción a las drogas acabó con él y murió en 1955 a la edad de 34 años.